miércoles, 9 de junio de 2010

SIEMPRE




Siempre hay una esperanza para encontrar el sendero que te lleve de vuelta a tu camino marcado.
Siempre hay una mínima posibilidad, la cual podemos contemplar sin necesidad de sentirnos abatidos, con tan sólo mirar en nuestro interior.
Cada paso que damos marca un antes y un después en nuestra vida, en nuestro contacto diario con lo verdadero, con lo espiritual, con lo que influye en nuestro latir junto al proceso de asimilación de emociones y sentimientos que albergamos en nuestro corazón y que simboliza la luz de nuestra alma.
Somos lo que damos y recibimos lo que entregamos.
El aprendizaje diario de cada circunstancia vivida, forma parte del crecimiento interior, nutriendo y fortaleciendo la creencia de que es en nosotros mismos donde reside el poder de hacer, que aquello que ha de sucedernos, posea grandes valores, importantes triunfos y sinceros logros.
Cada parte del mecanismo que forma el completo y perfecto engranaje de la superación en nuestro día a día, está perfectamente conectado y alineado con la sabia y manifiesta capacidad de superación enclavada en nuestro interior más amoroso, puro y sincero.
Todo lo que nos rodea forma parte de nosotros mismos y es por tanto, nuestra labor principal, comprender, aceptar y asimilar, que poseemos el mayor Don que nos ha sido otorgado, el lenguaje de nuestro interior, colmado de bellas palabras, repleto de sinceros sentimientos y ávido sin duda alguna, de mayor y continuo aprendizaje y de constante crecimiento.
La verdad de nuestras palabras, la sinceridad de nuestros sentimientos forman el vocabulario perfecto a la hora de expresar nuestras emociones.
Recuerda siempre, que todo lo que digas o hagas, forma parte de tu interior.
Es tu labor principal mantener viva la luz de tu alma y la serenidad de tu corazón….Y así es.

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